Adeste fideles, acercaos fieles, alegres, triunfantes, dice la canción más tradicional de la Navidad. En los Evangelios, la Navidad es el nacimiento de un niño cuya primera cuna es un pesebre, y cuya familia tiene que huír para salvarlo de una horrible matanza por motivos políticos, y que vive un tiempo de exilio. Puede parecer triste, pero para los pastores es una fiesta, los Magos viajan para verlo, y Simeón, el anciano sacerdote del Templo, acepta la muerte "...porque han visto mis ojos tu salvación". Fieles, alegres, triunfantes.

  Compartamos o no la creencia, es envidiable esa fe que, como un nervio fuerte, mantiene la entereza en medio de la adversidad; que lleva a la oración con dignidad en medio de las ruinas. Eso es lo que intentamos reflejar en nuestro vídeo navideño. Resiliencia, lo llaman ahora, empoderamiento. Hace miles de años, San Juan en su Evangelio lo dijo de otra manera: "...y la vida era la luz de los hombres, y la luz brilla en las tinieblas, y las tinieblas no la vencieron". Navidad, la fiesta de la luz. Feliz Navidad. Para todos.